Juan
Manuel Santos quien en los últimos días ha disfrutado de las victorias del
equipo colombiano en el Mundial de Fútbol 2014, tiene un camino difícil por
delante y necesitará marcar más de un gol para responder a las expectativas que
sus coterráneos pusieron en su reelección.
Santos ocupará la silla presidencial durante
cuatro años más, tras conquistar la segunda vuelta de los comicios de esa
nación latinoamericana.
Después
de varios meses de campaña, sondeos que se iban de un lado a otro, entre el
candidato uribista Oscar Iván Zuluaga y el actual mandatario, alianzas
estratégicas de último momento, Colombia finalmente tomó una decisión que más
allá de un simple nombre apostaba por definir el rumbo de un país.
De un
lado, una salida militar, de mano firme al conflicto político que hace más de
medio siglo agobia al país y la paralización de las conversaciones que tienen
lugar en La Habana entre las FAR EP y el gobierno. Por otra parte la solución
negociada a la crisis, el camino a la
paz a través del intercambio y el concilio nacional, este según los expertos
constituyó el punto clave de su victoria.
Finalmente,
a pesar del recurrente alto nivel de abstencionismo (un tema a evaluar por
analistas internacionales) venció la pacificación “pacífica”, la propuesta de
Santos alcanzó el 50,95% de los votos, para llevarse un éxito reconocido
inmediatamente por el opositor Zuluaga.
¿Qué
se espera ahora? Que el ocupante del Palacio de Nariño cumpla con lo pactado,
que materialice la añoranza de paz de un pueblo cansado ya de tanta
beligerancia. Una vez se serenen las pasiones emergidas con el mundial de fútbol,
los ojos del continente volverán a voltearse hacia este país, pues Colombia, no
lo olvide nadie, es esencial para la futura gestión de paz en América Latina.
Foto tomada de Perú.com
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